¡Llega la nieve! ¿Cómo fotografiar adecuadamente la nieve?

La nieve es uno de los reclamos más emocionantes del inverno, nos permite crear composiciones únicas además de proporcionar una inmensa diversión.

Si por fin ha caído nieve en tu pueblo o ciudad, estás de suerte, llama a unos amigos, sal con tu familia, tu pareja o cita a solas con tu cámara, como prefieras, y disfruta de las grandes oportunidades que ofrece la nieve. Ésta lo cubre todo de blanco pero algunas plantas, frutos, casetas o monumentos  no llegan a esconderse del todo bajo la blancura de la nieve, y nos deja postales únicas con las que crear.

Compensa la exposición

Lo más complicado de fotografiar cuando hay nieve, son las condiciones extremas de contraste que se crean; esto se debe a que la nieve refleja con una gran intensidad la luz, por ello, debemos compensar con nuestra cámara estos valores.

Si optamos por disparar en modo automático entonces la nieve saldrá gris, esto se debe a que el fotómetro de la cámara reacciona ante la cantidad de luz cerrando el diafragma. Si no somos expertos aún y nuestra cámara nos da la opción de “modo nieve” debemos seleccionarlo. Si por el contrario, ya estamos más avanzados debemos compensar la exposición sobre exponiendo la imagen.

Si queremos fotografiar a una persona o un objeto concreto, mientras la nieve queda de fondo, entonces debemos medir la luz en la persona u objeto, de forma, que éstos queden adecuadamente expuestos.

Balance de blancos e histograma

Encontrar el blanco ideal en la nieve no es fácil pero nuestra cámara nos ayudará. Cuanto más bajo sea el número grados Kelvin la nieve se verá más fría y azulada por el contrario, si es mayor será cálida y anaranjada. ¿Pero cómo saber si estamos en el valor adecuado? Con la luminosidad de la nieve y los reflejos no siempre podemos estar seguros, por eso, debemos echar mano del histograma.

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