Estos romanos están locos. O más bien estos yankis, para el caso da igual. El caso es que el 12 de abril ha sido la NaNoThon o maratón del NaNo. Que qué carajo es eso: escribir, escribir mucho, escribir más, escribir todo lo que se pueda para subir el contador de palabras al máximo.
Una servidora, que llevaba unos días un poco vagos en cuanto a escritura (en estudios no puedo decir lo mismo, más bien al contrario), ha aprovechado la excusa la mar de bien. A pesar de las interrupciones, de las continuas consultas para seguir enlazando palabras, avancé. Ya lo creo si lo hice, fui de meta en meta según los días que había perdido por no escribir e hice al final 2510 palabras. Me puse al final en las diez mil palabras del CampNaNo (mi meta este abril son veinticinco mil).
Estoy consiguiendo con el CampNaNo y con estas cosas avanzar mis textos más de lo que hubiese imaginado. Cada una de estas maratones, cada vez que aumento en mil o dos mil palabras el contador son más palabras para mi reto 250 y sé que al final del año lo agradeceré. Aparte de agradecerlo mis historias, claro está.
Así que, después de probar qué es el NaNoThon y ver cómo ha sido para mí creo que lo recomiendo. Recomiendo aprovechar ese día en el que todos están dándole a las teclas y animarte con ellos. Seguir la comunidad online haciéndolo a la vez, a lo largo de todo el mundo. Utilizarlo todo como forma de motivación. Y pensar que las metas están para alcanzarlas y conseguirlas, y hacerlo.
