Por motivos laborales este verano tengo que coger el tren todos los días. Hoy al volver a casa se me ha ocurrido hacer fotografías de todo el viaje, una pequeña narración de la ruta en tren. Así que he sacado mi pequeña Samsung WB1000, discreta y a la vez un poco estresante cuando las condiciones que le exijo la sobrepasan, pero los resultados finalmente han sido satisfactorios.
No he apagado la cámara en ningún momento del viaje, he estado intentando fotografiar todo lo que se me ocurría de manera improvisada sin ninguna preparación anterior. Lo más curioso es que no paraba quieto en mi asiento, era como si tuviera unas chinchetas ya que no paraba de levantarme y sentarme ante las atentas miradas del resto de los pasajeros.
El resultado final son 20 fotografías que cuentan el viaje en “Euskotren” entre las paradas de Basauri y Matiena, aunque he de confesar que el orden de las fotografías está alterado para que la historia tenga un sentido más lógico.