Medida sobre la calidad y temperatura del color.
La luz (natural o artificial) no son monocromáticas, es decir, la luz emite radiaciones con diferentes longitudes de onda, de forma que nos transmite un color u otro dependiendo de su composición espectral.
¿Esto cómo se traduce en la cámara? La cámara mide todo esto en el balance de blancos; es decir, en cada situación la cámara debe saber cual es el blanco dentro de las diferentes radiaciones o temperatura del color.
Con la temperatura del color cuantificamos el color de la luz; lo podemos ver de forma gráfica en la escala de Kelvins: cuánto más cálida sea la luz (amarillo-rojo) más baja será la temperatura de color y cuánto más fría (azul), más alta la temperatura de color.
Ley del cuadrado inverso
Cuando la luz natural no es suficiente o queremos realizar una fotografía en estudio, echaremos mano de flash. Debemos conocer la ley del cuadro inverso para comprender cómo utilizarlo: “cuando una superficie está iluminada por una fuente de luz uniforme, la intensidad de la iluminación es directamente proporcional a la intensidad de la fuente luminosa e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia respecto al foco luminoso”
Esto quiere decir que, si nuestro modelo se encuentra a 4 metros y lo desplazamos a 8 metros, ahora necesitaríamos cuatro veces más de intensidad de luz que la inicial para conseguir una exposición igual; es decir, habremos perdido 3/4 de la potencia de la luz.