Hace algunas semanas volví a un estudio de fotografía para hacer una sesión de fotos con una modelo. La verdad es que había pasado bastante tiempo desde la última vez que estuve en una e iba un poco dubitativo por no estar a la altura de trabajos anteriores. Sin embargo, fue tomar contacto con los focos y las ventanas de luz, y me dio la sensación de que no había pasado el tiempo. Era como si hubiera pasado un par de semanas desde la última vez que estuve en la misma situación.
Comenzamos la sesión sobre las 11 de la mañana y estuvimos sin parar hasta las 15.00 horas, cuatro horas de trabajo en las que sacamos un centenar de imágenes. Al principio siempre me gusta empezar por unas tomas sencillas, imágenes que no me requieran ni mucho trabajo de luces ni poses complicadas para la modelo. De esta manera, tanto la retratada como yo vamos cogiendo confianza y las siguientes fotos vienen rodadas. Al finalizar los dos estábamos muy contentos con el trabajo realizado.
Además, fue la prueba de fuego para mi última adquisición, la Nikon D7000. Era la primera vez que le metía tanta caña y se comportó más que nota, sospecho que me dará muchas satisfacciones en el futuro.
Aquí os dejo alguna de mis favoritas, también las podéis ver en mi portofolio:
Puzzle Bobble
Karate Blazers
Puzzle De Bloques
Magical Cat Adventure