Siete décimas partes

Hubo la sequía. Llegó en forma de falta de tiempo, de falta de dedicación a hacer una de las cosas que más me llenan y me gustan. Por más que me he dejado acompañar de ideas se quedaron en intentos frustrados. O en notas en un escritorio, esperando su momento. Y ahí siguen.
Pero cuando asumo la sequía, cuando ya la nombro y la hago presente, realidad, es cuando desaparece. Es cuando vuelve mi neurona y me insiste hasta la saciedad para que escriba. Es cuando empieza a cuajar algo de lo anotado, lo vuelvo realidad, lo transcribo. Ya existe, ya es texto, ya es avance.
Siete décimas partes. Cada vez falta menos para acabarlo. Todavía hasta cumplo uno de mis propósitos de este año.
"Espero que tenga la oportunidad que se merece, que lo quieran y vea la luz de una forma u otra."
Y ahora, que lo que me queda se me haga leve como había sido hasta ahora. He decidido volver con fuerza este septiembre. Veremos.