Susana Sosa Villafañe

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Comenzó a escribir poesía y cuentos a los 14 años. En la actualidad ha creado y gestiona varios blogs de diferentes temáticas. Tiene publicados trabajos en diversas páginas Web de literatura. Participó en innumerables recitales de poesía en la ciudad de Barcelona, donde reside.
En proyecto está el montaje de su obra teatral “¿Madre? ¡Qué Coraje!”, una comedia dramática en tres actos de dos personajes. Ha escrito monólogos y mini programas para TV. Tiene inédito un libro de poemas y cuentos; ha terminado su primera novela. Está terminando de escribir su obra “Me llamo Thai”, y comenzó su segunda novela, cuya trama se desarrolla en lugares exóticos~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~Ego

¡Yo! Sí, ego puro.
Nazco y muero en mí.
Vuelvo a nacer para encontrarte.
Y me comparto contigo,
para morir en ti.
Renazco otra vez,
e inmersa en mi misma
encuentro mi centro.

©Susana Sosa Villafañe
Barcelona, marzo 2009~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Ciudad de tus amores. A Ernesto Omar Andrade Meccia
(En el país de la sonrisa.Krung Thep, "ciudad de los ángeles".)-----------------///////No encuentro un paisaje que me hable de ti.
Ni un río en calma que me cuente de tu sosiego.
Ni el cielo más azul me recuerda
la transparencia de tu mirada.
¿Tendré que volver junto al cauce del Chao Phraya
para ver tu imagen reflejada en él?
Allí quedaste preso de la exhuberancia.
Del calor húmedo de las calles de Bangkok.
De la sonrisa por costumbre, de su gente.
Del “veli nais” en sus voces acarameladas.
¡Oh! Ciudad de tus amores…
Hundida en el pecado de la carne, de los pobres.
En sus pómulos salientes; en la rabia de sus ojos,
contenida entre los dientes, disfrazados de alegría.
©Susana Sosa Villafañe
Barcelona, abril de 2009
·································································

En el recuerdo.
A Eduardo Dalter

Mis zapatos vacíos de tiempo
siguen sonando por las calles
en el silencio de la noche.
(1) Sí, las frutillas maduraron lentamente…
Y el taconear avanza aún más lento
por los senderos del olvido.
La ilusión no pasa por la aguja
que borda sueños,
en la hoja vacía de las rimas,
hilvanadas con el dorado hilo
de la juventud.
Quedaron mis versos truncos
en los adoquines del centro.
La rima quebrada.
El llanto hacinado
en la congoja del alma.
Y las risas de entonces,
ya son pasado imperfecto.

©Susana Sosa Villafañe
Barcelona, abril de 2009

(1) Hace referencia a un poema escrito por Eduardo Dalter a la autora,Susana Sosa Villlafañe, en Buenos Aires, 1969.
·······················································
Viscosidad
Quejidos errantes salen de mi boca.Un llanto viscoso,
(lágrimas condensadas
de antiguos dolores)
moja mis llagas.
En este invierno de sueños ajados,
no recuerdo tu imagen.
Sacude mi espalda el espanto
que transita el silencio.
No escucho tu voz.
Y me siento más sola
que un desierto sin pájaros.
©Susana Sosa Villafañe
Barcelona 2009
·························································
Al son de tu bongó
En recuerdo a Nicolás Guillén

Oigo tu voz ronronear
cerca de mis oídos.
Oigo tu voz como un son.
De trópicos herido.
Siento sangre caliente.
De ron enloquecido.
Tus labios dulces de miel.
Ojos embravecidos.
Tiendo brazos al ritmo
de fogosos latidos.
Y al son de los bongoes
me he de perder contigo.
©Susana Sosa VillafañeBarcelona, 2009
···············································

Y aún lo nombro

Luna que me miras a través de sus ojos yermos

como el frío invernal.
Me hiela la sangre
la quietud de su rostro.
Transgredo las normas
y aún lo nombro……
en ruego silencioso
y quejumbrosa voz.
A ti dirijo mis palabras yertas.
Luna muda; luna quieta.
¡Cierto es que lo quiero!Con su abrazo envuelto
en mi cuerpo, lo quiero.Aunque mi juramento quebranto…
Te digo: aún lo quiero.
©Susana Sosa Villafañe
Barcelona 2009
·······················································La pequeña Flor
Niña de pocos años;
vive en cualquier barrio pobre,
en un lugar indefinido del mundo.
Temblorosa y en llantos rota,
estaba la dulce Flor,
retorcida en su camastro.
No había lunas ni luciérnagas
que pudieran calmar su dolor.

Remedios dejó en el alféizar,
el pájaro azul de sus sueños.

Todo era en vano.
Ni aves del paraíso;
ni nenúfares encantados…
Todo era en vano:
La realidad imperaba,
causante de tanto llanto.
©Susana Sosa Villafañe
Barcelona, 2009