Revista Diario

TESACAD y evolución

Publicado el 03 octubre 2014 por Isi Lpp
Se me acumulan las entradas en el tintero a niveles que hacía demasiado que no se veían por aquí. A tal nivel que tengo ya tres pendientes de ser redactadas, para ir subiéndolas a lo largo de estos días. Sigo sin saber seguro qué haré con el NaNo, así que si al final me decido seguramente serán más entradas y más sobre lo que hablar.
Pero voy a lo que voy. Hoy necesito casi con desesperación sentarme a escribir esto. Se nota que ando por fin estudiando intensamente porque la neurona me reclama su lugar, reclama tiempo para crear. Tampoco es que antes lo haya dejado de hacer, la prueba está en que he participado en una antología recientemente (mi relato, La mujer pecera, lo podéis leer aquí), así como las entradas sucesivas sobre mis avances.
Sin embargo, tanto tiempo alejada de todas esas historias que algún día empecé han tenido un efecto muy negativo. Anoche estaba repasándolas mientras trabajaba un poco en TESACAD (The Endless Story About Creation And Destruction) y lo noté.
Qué es TESACAD. Cómo nació. Sé que escribí algo difuso en marzo al respecto. Sé también que no expliqué nada ni entonces ni más tarde, en otra entrada reflexiva, como si no mereciese un post al respecto. En realidad TESACAD es algo que engloba todo lo que escribo, una forma de organizarme en el fondo. Lo de "el cuaderno que contiene estas Cartas de ilusiones y proyectos" llevado a su faceta más física. Una extensión de este blog donde doy forma y trabajo con mis textos, en resumen.
Como nota al margen, antes de seguir, debo decir que mi blog nació en 2011 con la intención de centrarme en la escritura, como ayuda para ir creciendo literariamente. Supongo que en algo ha ayudado en todo este proceso.
TESACAD y evolución
Pues allá que estaba en eso anoche, día de descanso de estudio (la neurona también se merece un poco de desconexión). Trabajaba en unas fichas de mis historias, intentaba poner un poco de orden en el caos que llevo arrastrando desde hace unos meses. La de cosas a pasar a limpio que tengo pendientes, el contador de palabras del lateral del blog llevo sin actualizarlo desde principios de julio. Y han llovido letras desde entonces.
Me di cuenta, entonces, en mitad del trabajo, que me siento ajenas a algunas de esas historias, muy muy lejana, como si perteneciesen a otra persona. Fue un golpe duro. Ver que en ideas y proyectos en los que he trabajado, a los que he dedicado más o menos horas, ya no significan lo mismo ni tienen el mismo peso en mi orden de prioridades es complicado de asumir. Más cuando releeo ciertas notas sobre ellas y veo que sí, que algo de la semilla original queda dentro, pero el impulso para seguirlas y terminarlas no está. Es lo peor de todo.
No podía ser bueno alejarme tanto de mis textos y posponer su proceso creativo una y otra vez. Ha pasado el tiempo, incluso años en algún caso. No soy la misma ni noto que me conecte con esas historias, con lo que quería contar, tanto como en un principio, como originalmente tenía pensado, por más que lea sus esquemas y guiones.
Me lo tomo, dentro de lo que cabe, lo mejor posible: cambios, evolución. Todo tiene un comienzo, hay fallos, caídas. Estos han sido los míos y he sido muy consciente de ellos, más por el blog y su evolución. Qué bien me ha venido tener este rincón donde hablar de mi creatividad todos estos años. Qué remedio que aprender de los errores y seguir imaginando, pensando, escribiendo, esta vez haciendo algo más maduro. Narrando algo con lo que me identifique ahora, no anclándome a la desesperada en viejas historias que son ya como viejos abrigos de cuando era pequeña: me quedan pequeños, me aprietan, me ahogan.
Hay que saber cuándo dar el paso, el mío es ahora. O quizás lo di ya hace tiempo y hoy es cuando he sido consciente.
No sé si volveré a hablar alguna vez de esas historias que duermen en el cajón: Proyecto Ilusión, Proyecto Armonía, Páginas de Crónicas, Páginas de Recortes, Páginas de Xi.nul. Tampoco voy a prometer nada al respecto, no puedo hacerlo puesto que algunas están más muertas que otras, pero todas llevan demasiado tiempo en el mismo sitio como para esperar milagros. Lo que sí puedo decir, desde luego, es que me siento orgullosa de esos intentos, de esos comienzos, porque me han llevado hasta donde estoy ahora mismo. Eso y que jamás olvidaré a Proyecto Ilusión, aunque nunca termine de corregirla, por todos esos años y por lo que ha significado para mí, incluyendo el hecho de que ahora esté escribiendo esto y que tú, lector, me sigas leyendo.
PD: Todo esto no significa que deje de crear, al contrario. De Páginas de Flores seguiré hablando, y mucho. Hacía tiempo que no me sentía tan cómoda escribiendo algo. Y estoy ya a punto de acabarlo, tan cerca de conseguirlo que aún no me lo creo. Cómo te quedas.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Revistas