Qué voy a decir de un mes que ha sido convulso, que ha estado lleno de todo tipo de noticias, que ha sido gasolina y fuego, viento y marea. Qué voy a decir de un mes donde lo personal ha ido arrastrando, donde he crecido quince centímetros de golpe (internamente, se entiende), donde las palabras han tenido protagonismo a pesar de todo.
El CampNaNo ha sido un reto, como acostumbra. Pensé que mucho más fácil, más asumible. A ratos quise creer que sí, que lo conseguiría, pero no contaba con la cascada de acontecimientos que se han venido desarrollando. Ríete tú de la cascada de la coagulación después de esto. Aún así, que me quiten "lo bailao", como se dice, que han sido al final casi catorce mil palabras y esas no son pocas.
Me descolgué como una campeona, sí, y aunque traté de volver a mis ritmos anteriores, intenté seguir, pero ya fue demasiado grande y lo dejé. Me centré en otras cosas, otros motivos, otras metas y otros intentos. Fui constante a ciertas páginas que empiezan a ser cada vez más comentadas por aquí y, a pesar de todo, ya hay una quinta parte terminada.
Así, pues, ha sido un mes lleno de letras. No tantas como quisiera, pero más de las que hubiese esperado de haber seguido a mi ritmo anterior. Sigo paso a paso, como siempre. Abril no es un mes fácil para sentarse y dedicarse en exclusiva a esto, pero se ha intentado. Como siempre, con todas las ganas del mundo. Y como siempre, da igual que la meta final no se consiga si por el camino he luchado por llegar a ella, eso significa que estoy un paso más cerca.
Mayo, no me defraudes, espero cosas grandes de ti.
PD: Ya podéis seguirme también en Bloglovin.
