UMTEEC (8): septiembre 2014

Un mes más, vengo con el resumen de lo que ha significado y ha supuesto para mí estos días literariamente hablando. No han sido poca cosa precisamente.
Ha sido un mes marcado por mi vuelta a casa, a la rutina. He vuelto con los estudios de nuevo, por lo que el tiempo que tengo es el justo y necesario, no más. Por lo mismo, toca sacar tiempo de los cuatro ratos libres que tengo y toca aprovechar los minutos al máximo.
He seguido avanzando Páginas de Flores. Y lo que queda es ya muy poco para acabarlo, como he repetido en ocasiones. Como buena recta final se está haciendo un poco de rogar, pero sé que en cuanto me ponga a ello y trabaje en condiciones el material que tengo entre manos lo acabaré bastante pronto.
Hablando de mis proyectos, así en general, hay novedades. Las comenté en una entrada anterior, el pasado viernes (leer aquí). Desde que di el paso de escribir ese post me siento mucho más liberada, ha sido como pasar página y necesitaba hacerlo. Sueno catastrofista cuando me leo ahí, pero dejar tanta idea aparcada y sin remordimiento no significa que vaya a dejar de escribir o que no voy a crear más, es solo que me siento tan ajena a todo eso que las historias no salen como deberían. Y ni me centro ni consigo crear así.
Pero bueno, no todo es malo. También hay hueco en este repaso mensual para un relato que ha salido en una antología recientemente. Lo dejé caer como de pasada en una entrada, no recuerdo cuál exactamente, pero venía a decir que me apetecía hacerlo por el simple hecho de ponerme algún reto diferente a lo que ando escribiendo, por participar con algunos bloggeros conocidos y amigos. Me apetecía y aquí está: La mujer pecera se llama el relato.
Y eso ha sido todo. Preveo que octubre va a ser intenso con ganas, no sé por qué, así que ya lo vendré comentando por estos lares con vosotros. Y por si alguno se anima a participar en el NaNo, aquí tiene mi correspondiente entrada sobre el tema, que este año no me voy a extender mucho.
Feliz semana, señores.