Estaba yo, plácidamente, consumiendo telebasura una tarde-noche de este invierno que ya se pira, con mi otro compañero, Cameron (sí, el desgra) y mi amiga Cocó. Así, nutriendo nuestras mentes.Fue durante unos días del invierno en que se nos había estropeado la calefacción y era una época de estas que hacía un frío que te provocaba escarcha en las ingles cuando te levantabas por la mañana. Mira, horrible. Y estábamos felices, viendo mierda televisiva, con el Power Hotter este ahí funcionando. El calefactor, pequeño electrodoméstico que en esas noches me apetecía tirarme para que me diera calor, rollo caleFucktor, lo habíamos heredado de un antiguo inquilino que decidió dejarlo allí, al igual que la silla de ruedas de su sobrina la parapléjica. Sí, es raro, lo sé. Quizás la familia tuviera una flota de sillas o fueran socios de una ortopedia. Desconozco.
Cocó 'Pussy Break'
Cocó vuelve locos a los chicos heteros ya no sólo por esa actitud de Lady Fucker, sino porque su orificio es más bien estrecho y apretado. Y pues claro... aquello debe ser la bomba. Bueno, pues tan estrecho es que se le ha rajado. Cuando me lo contó se me quedó un rictus que ni Whitney (bueno, sin el champú). Luego yo lo pensaba y decía para mí, en un alarde de inteligencia sexual "no es lista ésta ni nada... ¿para qué quieres tener una raja cuando puedes tener 27?". Pero claro, es que no se puede ser tan pasional con un minicoño. La cuestión es que, por lo que me contó, era un caso de sequedad chochera médicamente diagnosticada y provocada por las pastillas anticonceptivas que tomaba. Claro, tan seco estaba aquello... que con tanta fricción... Toma yaga en el potorro. Al parecer ya estaba aplicándose Dermovagisil -porque pronunciar Chilly Gel en la farmacia causa risa, seamos sinceros- y se le estaba pasando.
Cuando fuimos a preparar la cena, nos percatamos de que el Power Hotter había desaparecido. Fui a buscar a Amanda, mi otra compañera de piso -sí, la porno telefonista-, para ver si ella sabía algo. Como la puerta de su dormitorio estaba abierta y la luz encendida, entré. Y ella no estaba. Justamente escuché entonces la ducha. Pero me percaté de que mi querido Power Hotter estaba bajo su escritorio. No le di mayor importancia y preparé la cena. Cuando estábamos cenando en el salón, Cameron salió y se unió a nosotros. En cuanto vimos a Amanda, saliendo de la ducha, le preguntamos por el calefactor. Nos dijo, "vino el señor José a llevárselo porque estaba estropeado". Y se fue. CON DOS COJONES. Yo me quedé con cara de Rihanna Street Fighter Chris Brown y me callé como una puta, por no levantar jaleo. Vamos a ver, puta. ¿Dónde te crees que vives? ¿En la sede de Audifón? No estamos sordos. No ha sonado el timbre ni la puerta de casa cerrarse. Y ¿quién coño es el señor José?
Amanda, pierdes los papeles JAJAJA