Un poquito de amor propio...

¡Hola Fireflies! Hoy quería dejarles unas pequeñas cositas que me han ayudado a aceptarme tal como soy.
Como sabrán no soy una Barbie, no tengo cuerpo de modelo, ni tampoco peso lo que debería según mi estatura... y esas tablas nutricionales de los años 50.La realidad es la siguiente, soy gordita.
Y no lo digo por una cuestión de querer llamar la atención, o auto-compadecerme, no señores. Les digo esto porquetengo curvas Y ME GUSTA.
Desde chiquita fui así, okay? Siempre me gustó la comida, es una de mis pasiones y uno de los lujos que siempre me permito, a eso añadan el hecho de que mi familia es mayormente italiana y somos "de buen comer".
En resumen, los genes no salieron bien conmigo (tomo agua y engordo para que se den una idea). Sin embargo soy feliz, estoy cómoda con mi cuerpo.
El año pasado al fin pude dejar atrás esos comentarios de gente insoportable que me hacían sentir mal conmigo misma. Fue como un baldazo de agua helada. Les cuento lo que pasó:
(No voy a dar nombres, pero resulta que era una persona muy cercana a mí, si?)

-Viste que fulanita lo puso al novio a dieta? Ya era hora de que baje unos kilos. Vos también tendrías que bajar de peso, nunca vas a tener novio así.-Perdón?-Sí, tenés que bajar de peso o vas a morir sola. Nadie quiere a las gordas como vos.(Estaba hirviendo por dentro, lo juro. Y de golpe salió mi respuesta.)
-Prefiero morir sola antes que estar con alguien que no me quiera por lo que soy. Si le molesta mi peso, que me deje, pero no pienso cambiar mi cuerpo por nada ni por nadie. Y en todo caso, si lo hiciera, sería porque yo quiero, no porque mi "novio" que supuestamente me "ama", piense que debo bajar de peso.

BUM, EL AGUA HELADA, TITANIC UN POROTO
Esa conversación cambió mi forma de verme. Me rompió los esquemas, y logré descubrir quién era en realidad. Sí, tenía unos kilos de más, y sí era "The Duff" en mi grupo de amigas, pero no dejaba de ser Luciana. Un ser humano de carne y hueso con sentimientos, recuerdos y amor a la comida.
Hay algo que los seres humanos parecen olvidar y es que cada uno es el dueño de sí mismo. Cuando uno se da cuenta de que el poder lo tiene uno, que no depende de nadie para ser feliz, un big bang ocurre y listo, sos un dios que no le rinde cuentas a nadie. Sos libre de hacer lo que quieras, cómo quieras y cuándo quieras.

Me tiene que gustar a mí, soy YO la que vive todos los días con los rollitos, yo, yo y yo. Nadie más.

Así que mi consejo es el siguiente: sean felices con ustedes mismos, logren aceptar su cuerpo tal como es, logren amar las cosas que no pueden cambiar.

Parece una pavada, pero no se imaginan lo bien que se siente cuando te mirás al espejo y sonreís. Cuando pensás "Esta soy yo, y me encanta".